lunes, 10 de octubre de 2011

Paz


Con los ojos abiertos, reboso de gallardía
Ya no es pura elocuencia pensar en la disolución del eterno ego
Ya no es puro presente, ni mísera soledad
Ya no es el miedo que nos envuelve y nos impide empezar

Mi vida ya no es la misma, ¿o es que alguna vez lo fue?
Demasiado joven, muy inexperta
Mi mente no es un arma,
Nunca he querido asesinar pensamientos

Un miedo a lo razonable solía ser la respuesta
Nacida con la cabeza hacia el cielo
Olvidando el punto de fuga
Aquel que pretende observarnos y tenernos día a día

Ya no es la belleza ni la melancolía
Es la pureza de un alma
Que en el mito del eterno retorno
Ya no se siente perdida

Con los ojos abiertos hoy te miro de frente
Ya nada es intenso al ser lo que es
Ni mucho menos perverso
Como aquello que nos cobijaba de las desidias

Siendo los conceptos ya un sin sentido
Se han vuelto inmanentes,
Al fin veo la generosidad invisible,
El cosmos eterno de la pluralidad

Ya nada es preciso, ni mucho menos constante
Hace falta un ruido para que venga el caos
Ese anhelo puro, lleno de deseos intrigantes
Un desconcierto  creer que puedas gustarme

Siendo que el verde es lo que te camufla
Es el mismo verde lo que destruyes
Sin más que racionalizar,
Tengo los ojos abiertos

Al fin puedo desearte desde esta dimensión
Una libertad por excelencia, muchas veces hablaste de ella
Tal vez me tardé en encontrarla
O la duda impedía levantarme de mí misma

Es que es la paz que se atreve a merodear
Buscando y encontrando vaivenes plácidos
Un regocijo genérico, mas no cíclico
Un instante perenne como el primer sentido

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