martes, 21 de mayo de 2013

Especial Aniversario II



Tato




No serás amado 


Entre tanta gente ella me vio
me sonrió y me dijo:
“Quiero conocerte”.
Yo no comprendí, pero estuve de acuerdo.

Te he visto leyendo muchos libros,
eres inteligente
la gente inteligente lee libros.
Yo asentí
soy inteligente, porque leo libros.

Noto que siempre vas bien afeitado,
eres guapo
los hombres guapos van afeitados.
Yo asentí
soy guapo, porque voy afeitado.

Siempre pagas la cuenta tú,
eres bueno
la gente buena es generosa.
Yo asentí
soy bueno, porque soy generoso.

Inteligente, guapo y bueno
sonaba bien, me gustaba ser así.
Ella me había descubierto.
Te amo.
Yo también te amo, porque eres
inteligente, guapo y bueno.

Un día cualquiera
No tuve dinero para pagar la cuenta,
Ni tuve tiempo para afeitarme,
Ni ánimo para leer libros.
Pero no me importaba ya el dinero, las navajas o los libros
ahora me importaba Ella.
Te amo.
Ya no te amo, ya no eres
inteligente, guapo y bueno
NUNCA lo fuiste,
en realidad eres estúpido, feo y malo
me engañaste
TE ODIO

Ahora estoy solo
Sigo leyendo libros,
Siempre voy afeitado
Y no he dejado de pagar.
Pero ya no soy inteligente, guapo ni bueno
NUNCA lo fui
Yo la engañé
ME ODIO

Ahora solo soy
YO.






---






¿Quién lo diría?
Pasé de ser el Rey Solitario que deambula por su catillo a oscuras, atormentado por imaginarios problemas de imaginarios reinos que nunca verá.
A ser el fiel arlequín dichoso de su sumisión. El sol estallaba en los salones de mi casa con solo oírte maullar una sonrisa.

Así pasaban nuestros días más dulces que agrios.
Independiente como era tu naturaleza felina
era obvio que no serías reina de un solo arlequín,
muy poco para ti ¿Cierto?
La verdad, nunca me importaron mucho tus correrías nocturnas.
Con tal de que volvieras para el desayuno,
oír el badajo tañendo agudo por el pasillo era el mayor de los desahogos.
Se perfectamente lo que decían de ti en barrio,
No creas que no.
Todos te conocían, cómo no, si más de alguna vez amaneciste en la casa de algún vecino afortunado, al que le dejaste tan solo un cabello dorado en tu huida a “casa”.
Con “casa” quiero decir mi casa, que seguramente para ti no era más que una parada del metro.
Está bien, te lo perdono.
Ahora que recuerdo,
creo que nunca dormimos una noche entera juntos,
seguramente tenías cosas que hacer.
No importa, también te lo perdono

Lo que si no te perdono es que me hayas dejado tan pronto.
Tan solo recibí una llamada una noche cualquiera
para asistir directamente a tu partida.
Nada de despedidas, eso no iba contigo.
Nada de despedidas, y ahora tu cama reposa en mi casa
fría y vacía.

Si te interesa saberlo,
He vuelto a deambular a oscuras entre mis cuatro paredes,
pensando y pensando.
Pero ya no hay Campanita que me despierte de mis ensoñaciones,
Así que he vuelto a perderme en mis problemas imaginarios de reinos imaginarios que nunca veré.

Y a veces, cuando estoy tumbado en el sofá intentando
no pensar en nada, no puedo evitar que mis divagaciones me conduzcan de vuelta a ti.
Le doy una y mil vueltas, pero la pregunta sigue inalterable. A estas alturas ya creo que ni vale la pena contestarla.
¿Por qué te marchaste tan pronto? No importa.
Supongo que, fiel a tu naturaleza errabunda,
ahora serás un Lince,
una Pantera,
Un TIGRE.

Lo cierto es que ni pista tengo de a qué río subterráneo te fuiste, a buscar quién sabe qué nuevas aventuras.
Pero me gusta creer que cuando llegue mi hora
nos volveremos a encontrar cara a cara
y nos fundiremos en el abrazo que tantos años separaron;
pero entonces tus garras me perforarán como el acero
y mi sangre cubrirá el suelo bajo nuestros pies.
Será el telón de fondo perfecto para nuestro último y eterno acto.
Y nuevamente volveré estar contento de mi sumisión,
Contento de volver a ser el arlequín servicial.
Hasta entonces, mi querida Campanita,
Buen viaje. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario