Velociraptor llamando a la puerta
Miro
por el ojo de mi puerta,
afuera hay un
dinosaurio.
Solo
está allí parado frente a mi puerta
ESPERÁNDOME
a que salga.
Lo
veo y ya no quiero salir.
Es
terrible,
Enorme,
despiadado, tétrico.
Me
descuartizará.
No
conoce diplomacia, cortesía ni compasión
No
conoce Olvido
No
conoce el PERDÓN.
Miro
por la ventana,
afuera hay más
dinosaurios.
Uno
en la puerta de cada casa,
uno
para cada persona,
todos
son terribles como el mio.
Un
vecino sale,
le
grito que no lo haga, pero no me escucha
Es
como si no viera a su dinosaurio.
Murió
destripado,
en
un santiamén.
No
tuvo funeral.
Un
segundo vecino sale,
vuelvo
a gritar, tampoco escucha.
Pero
su dinosaurio no lo ataca,
en
cambio, lo saluda con una reverencia,
mi
vecino le acaricia la cabeza,
y
sale a trabajar.
Su
mujer lo amó, sus hijos lo amaron
El
mundo le erigió un Monumento en Roma
Es
INMORTAL.
Yo
aún no me atrevo con el mio.
¿Y
tú?
Tato.
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